Los alcoholes son compuestos orgánicos -es decir compuestos químicos que contienen el átomo de CARBONO- donde el grupo funcional -OH está enlazado a un átomo de carbono.

Sus propiedades pueden ser aprovechadas en cada fórmula sin tener que clasificarlos como “buenos y malos”, es decir, conociendo la molécula podrás decidir cual es su mejor uso y conociendo tu piel decidir si te favorece o no.

El más conocido es el alcohol etílico o etanol.

Se usa como ingrediente en industrias como la de licores, farmacéutico, cosméticos y productos de aseo.

PROPIEDADES DEL ALCOHOL ETÍLICO

Para desincentivar su uso como licor, se añaden sustancias impotabilizantes (agentes que no lo hacen ingerible; en cosmética se les dice desnaturalizantes) y su INCI debe indicar que fué desnaturalizado, por lo cual aparece como ALCOHOL DENAT y tradicionalmente se usa como solvente en perfumes.

Para el etanol sin desnaturalizar el INCI es ALCOHOL que se usa como antiespumante, astringente, solvente, antimicrobial, enmascarador de olores y controlador de la viscosidad.

En concentración de 70% es un muy buen antiséptico es decir que elimina microorganismos sobre tejidos vivos.

En concentración de 70% también es muy buen desinfectante es decir que elimina microorganismos sobre tejidos no vivos o superficies inertes .

En Colombia, los cosméticos contienen menos del 70% de alcohol.

Pero en ALCOHOL ANTISÉPTICO al 70% es un medicamento de venta libre.

Su presencia en una fórmula no es para alarmarse pero debe considerarse cuál es la función de su presencia en la misma y tomar una decisión de uso.

ALCOHOL ETÍLICO EN PRODUCTOS COSMÉTICOS

Al ser un alcohol volátil su presencia en un perfume o un tónico para la raiz del cabello no tendría porque representar riesgo pues se espera que al aplicarlo con la válvula se esparza y volatilice el etanol dejando el resto de la fórmula en la superficie aplicada.

Pero en productos no enjuagables -según su concentración-pueden ocasionar reacciones indeseadas por ejemplo un tónico facial aprovechará su propiedad astringente pero sus propiedades solventes pueden irritar y dañar la barrera de la piel por lo cual no se recomienda su uso en pieles delicadas.

En productos limpiadores corporales al enjuagarse no queda residuo de alcohol por lo tanto no se espera - teóricamente- un efecto indeseado para la piel.

En champús se usa como preservante y si bien se enjuaga de la raíz del cabello pueden resecarse la fibra capilar y degradar los colores de la misma debido a sus propiedades solventes.

Algunos fabricantes usan para la fórmula extractos vegetales cuyo solvente es el alcohol etílico pero en la etiqueta no se reporta el solvente sino solamente el extracto.

Es una práctica común y por esto se dificulta identificar las sustancias sensibilizantes cuando hay reacción pues el médico o dermatólogo no siempre identifica en la lista de ingredientes el solvente.

Por esta razón el alcohol etílico a pesar de ser inflamable, irritante y solvente puede ser bien aprovechado en algunas fórmulas pero para pieles delicadas no lo recomendamos en productos que no se enjuaguen.